Luego de haber compartido una tertulia con alumnos de la Escuela Centroamericana de Gobierno y Democracia (Ecade), el embajador concede una entrevista a Diario El Mundo, en donde, si bien sostiene que el tema de la seguridad se ha “politizado”, ve una esperanza luego del cambio de gabinete, el nombramiento del Fiscal General de la República y del proyecto anticorrupción iniciado con el apoyo de las Naciones Unidas.
¿Cuál es el avance de la cooperación alemana en El Salvador?
Hemos contribuido en varios temas, uno es la inseguridad y hemos visto que todavía queda mucho por hacer. Tenemos dos proyectos principales, Prevenir y Convivir. Prevenir consiste en dar asesoría a los actores territoriales, incluso fomentando mesas de prevención de la violencia, especialmente en los departamentos de La Paz, Usulután y San Miguel. La cooperación técnica alemana está trabajando con 25 municipios, los alcaldes, la sociedad, la Policía, la empresa privada local, iglesia, se ven avances, fortaleciendo el clima de seguridad con la participación activa de todas las fuerzas constructivas en los municipios. Pensamos que podemos contribuir a la meta de construir un clima de seguridad desde abajo. La respuesta de las autoridades ha sido positiva. Queda un largo camino para estabilizar totalmente la situación, hemos visto problemas el año pasado y pensamos que quizás con el nuevo gabinete de seguridad, esto puede facilitar avances en la seguridad.
¿Qué condiciones hay en el país para facilitar los proyectos de cooperación de Alemania para este año?
Este año justamente va a comenzar un proyecto importante, Convivir, este consiste en construir espacios seguros en una docena de municipios junto con el FISDL (Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local) y el Ministerio de Seguridad Pública, espacios que serán definidos por las administraciones locales, pueden ser aulas de una escuela, una estación de buses, casa comunal o cualquier otro espacio definido por el mismo municipio y esto en parte complementa el trabajo que estamos haciendo en el proyecto Prevenir.
¿Cómo ve las condiciones de inversión en El Salvador?
Hemos tenido una inversión del Gobierno fuerte, un crédito blando para la ampliación de la presa 5 de Noviembre, es una de las pocas obras, esperamos que se va a terminar este mismo año, ampliando la capacidad de 95 a 180 megas, va a mejorar el esquema de energías y quizás va a contribuir a bajar los precios de la energía, eso también puede contribuir a mejorar las condiciones de inversión privada. Otro factor sería la estabilidad jurídica, el inversionista necesita la seguridad jurídica para calcular los riesgos y oportunidades de su inversión, esperamos que esto mejore, por el momento la inversión privada alemana es muy baja en este país. Estamos haciendo esfuerzos de la Embajada y de la Cámara Salvadoreña Alemana de Industria y Comercio para fomentar la inversión, es un factor clave invertir más para crear empleo, oportunidades para los jóvenes y el resto de la sociedad.
Lo que queremos hacer es que se cree un círculo virtuoso. Es clave crear oportunidades para la población, para que se sientan seguros, para que no se vayan los jóvenes al crimen ni a la migración ilegal, vean una oportunidad de hacer sus vidas en este país. Cuando viajo en el campo, veo que hay una fuerza constructiva muy grande con el pueblo salvadoreño. Quieren contribuir para mejorar su condición de vida, ellos saben lo que quieren, cooperan con las obras, hacen milagros de vez en cuando. Uno de nuestros principios de cooperación es involucrar directamente a la población. Este país tiene un gran potencial, tenemos una motivación grande de trabajar con la población, con el Gobierno y la sociedad civil para superar la crisis que está viviendo el país. Hay muchas posibilidades, pero también hay retos, especialmente, hay que mejorar las condiciones de los jóvenes, quizás el nuevo gabinete de Seguridad, junto con la sociedad, puedan diseñar obras concretas, quizás mejorar la educación de los jóvenes, su capacitación profesional y ayudar a los jóvenes que han tenido problemas con la criminalidad de reinsertarlos a la sociedad. Hay un borrador de ley y hay que ver qué se puede hacer concretamente para que un joven que ha cometido errores tenga una segunda oportunidad.
No es algo aceptado por todos los partidos políticos...
Hay que tener discusión abierta, con la voluntad de avanzar concretamente. Existen muchos estudios, ahora ya es tiempo para ponerse a trabajar. Quizás, crear centros de capacitación para jóvenes para sacarles de la calle, del crimen, y una vez que se hayan ido de la calle, disminuiría quizás el crimen y habrá mejores condiciones para la inversión. Y, cuando tengan una mejor educación, encontrarán empleo y se ponen a trabajar en favor de su familia y de la sociedad. Ahí se crearía un círculo virtuoso de educación, empleo y Seguridad.
La Ley de Rehabilitación fue uno de los compromisos del Acuerdo de Ataco (agosto de 2015), pero esta mesa se ha desintegrado y, por otra parte, el Gobierno ha aclarado que no renunciará a sus ideas en el diálogo. ¿Hay buen ambiente de diálogo?
Yo veo que la cuestión de seguridad se ha politizado, esto no es bueno, porque ha empeorado la situación. Lo que deberíamos ver es la necesidad de la gente más débil económica y socialmente. Hay que ponerse de acuerdo en cualquier formato, hay que sentarse, todos los actores claves de El Salvador, que son el Gobierno, la empresa privada y la oposición, y si nos invitan, la comunidad internacional, ahí estamos para ayudar, pero que las autoridades, la sociedad, la empresa, definan cómo superar este gran problema, hemos visto cifras terribles de asesinatos, esto no puede seguir así, da una imagen muy mala de El Salvador en el mundo porque toda la prensa internacional lo publica, esto no facilita la atracción de inversión. Es importante que no se politice el tema de seguridad, porque es cuestión de vida o muerte, cada día mueren 20 personas, esto es insoportable, nadie lo quiere. Todos tienen que desarrollar un sentido de urgencia, ver dónde se puede interrumpir el círculo vicioso de la violencia y de la miseria social. Estoy convencido que es una meta que todos tienen, pero hay que superar estos obstáculos políticos que se han creado y no hablar de filosofías, ideologías, sospechas, hay que ver que ahora tenemos un año nuevo y tenemos un nuevo gabinete, un nuevo jefe de la Policía, un nuevo Fiscal General, todo eso es un desarrollo muy positivo...
¿Esas son buenas señales que está dando El Salvador?
Son excelentes señales. Tenemos una Sección de Probidad muy eficaz. Entonces, la institucionalidad de El Salvador ha mejorado muchísimo y son condiciones positivas que ahora nos pueden permitir avanzar en el tema de seguridad. Yo lo observo con mucho interés porque mi Gobierno tiene mucho interés muy serio en ayudar a este proceso, el proceso está definido por las autoridades salvadoreñas pero entiendo que ellos aprecial el rol de la comunidad internacional. He visto que han firmado un proyecto anticorrupción con Naciones Unidas, que vemos con mucha admiración y confianza porque Naciones Unidas siempre ha jugado un rol positivo en El Salvador y en otros países. Hay estados como Canadá que están apoyando por programas. Nosotros también estamos dispuestos a apoyar al Gobierno y a la sociedad civil, si definen proyectos claros de anticorrupción, de fortalecimiento a la seguridad, inversión como la presa 5 de Noviembre. También tenemos créditos blandos a través de Bandesal para inversionistas locales que quieren invertir en energías renovables. Si hay otras ideas, otros proyectos, estoy seguro que siempre habrá fondos para facilitar otros proyectos que promueven tanto la dinámica económica como la política de seguridad.
Usted asegura que la institucionalidad está mejorando muchísimo. En 2018, se elegirá una nueva Sala de lo Constitucional, que hasta ahora ha realizado reformas, ¿ve un riesgo de que la elección se manipule?
El Salvador es una democracia viva y bastante madura y estoy seguro que todas las fuerzas políticas y la sociedad civil van a encontrar caminos para fortalecer la institucionalidad del país. Lo observamos con mucho interés porque una institucionalidad fuerte es una base importante, incluso para la inversión extranjera y nacional, también para la cooperación. Tenemos toda la confianza que el país sabe dónde están sus prioridades y pienso que podemos ser optimistas porque hay una sociedad civil muy atenta, hay una academia fuerte, tanques de pensamiento, grupos de la sociedad muy activos, hay una renovación generacional, en parte, de la Asamblea Legislativa, hay nuevos cerebros fuertes en la Asamblea. Todo eso es un avance y demuestra la madurez de la democracia salvadoreña. Yo soy muy optimista, viendo todo el desarrollo constructivo y positivo.
Cuando usted opina sobre El Salvador, hay señalamiento del Gobierno y del FMLN de que usted está metiéndose en política interna. ¿Cuál es su opinión?
Yo pienso que no tiene sentido reabrir los asuntos del año pasado, esto ya ha sido discutido, ya hemos superado esta fase, cada uno ha tenido su opinión. No es importante qué dice una persona como yo, lo que es importante es que el país avance. No ayuda a nadie hablar de personas individuales, hablemos cómo el país puede avanzar, los países amigos cómo pueden ayudar, los progresos que están en la mesa y los que están en la vista. Abrimos un nuevo capítulo, siempre con transparencia y amistad. Queda muy claro que los diálogos tienen que continuar, de El Salvador con países como el mío, disminuir los riesgos de la seguridad, promover el despegue económico, crear oportunidades para la gente, ayudar a los jóvenes de tener una capacitación profesional más acertada y también cumplir con el plan El Salvador Seguro, cumplir con la represión necesaria según derechos humanos, atención a las víctimas, la reforma al sistema penitenciario, la prevención de la violencia, esos son los ejes. Hemos dialogado mucho, pero ahora es la hora de ponerse a trabajar. Hacer las cosas que antes se planificaron. La gente espera que ahora se hagan las obras concretas. Hubo una primera piedra en el centro penitenciario, nosotros vamos a construir los espacios seguros y vamos a terminar la obra de la 5 de Noviembre, se podrían hacer muchas obras más, lo importante es cuidar a los jóvenes, darles oportunidades. Quizás avanzar por parte del Gobierno con las grandes obras de infraestructura, como la modernización del Aeropuerto, pero ahí no vemos grandes avances porque ahí hay pleitos políticos, una obra que fue presentada a la comunidad internacional hace dos, tres, años, y no vemos que está avanzando, es un poco triste ver eso, porque en estados vecinos, por ejemplo, Costa Rica, se está modernizando el aeropuerto, con un asocio privado con Holanda. Países como Panamá han renovado su aeropuerto. Costa Rica y Panamá hacen sus reformas más rápido que El Salvador, eso es un poco triste, porque El Salvador tendría el mismo potencial. También estos dos otros países están hablando de integrarse en la Alianza del Pacífico, una cooperación entre Estados como Chile, Perú, Colombia y México, esos son los que son de mucho interés para inversionistas alemanes. Cada estado tiene que preguntarse qué hace él para atraer activamente la inversión. Para nosotros la Alianza del Pacífico son los que más inversión alemana han traído en los últimos años. Algunos amigos salvadoreños me dicen que la dinámica económica fue muy grande en los años sesentas, setentas, hubo un pabellón alemán en el Cifco muy dinámico. Necesita algunos impulsos: disminución de tramitología, más seguridad jurídica, si estos mejoraran, sería imaginable que este dinamismo podría volver, sería fabuloso ver a un El Salvador que puede ser un tigre o un puma para la región.
¿Qué tan clave es la integración centroamericana para lograr mejorar las relaciones comerciales y la inversión en El Salvador?
La integración centroamericana es un tema importante, tenemos un convenio biregional entre la Unión Europea y Centroamérica, este convenio de asociación prevé entre otros paso a paso de un gran mercado centroamericano, que se manifieste en un solo mercado fuerte de 50 millones de productores y consumidores, que puede ser un socio de la Unión Europea, que tiene 500 millones de habitantes. Un mercado centroamericano sería mucho más fuerte y fiable que cada país individual centroamericano, la parte comercial ya entró en vigor, puede presentar condiciones muy favorables para los centroamericanos, unificarse entre ellos, pero también entre Centroamérica y Unión Europea. Esta oportunidad no se ha utilizado todavía. Todo va muy lento, hay tramitología en las fronteras, por ejemplo entre El Salvador, Guatemala, etcétera. Ahí nos gustaría más avance en la integración misma de la región y nos recordamos que El Salvador siempre ha sido un motor de la integración centroamericana, es el país más integracionista de la región, junto a Guatemala. En el pasado lo he comparado con Francia y Alemania en Europa.
¿Por qué avanza muy lento este proceso de integración centroamericana?
Hay que poner a los mismos centroamericanos (a responder), hay intereses establecidos, hay monopolios que temen perder posiciones, también hay ideologías políticas diversas, también hay cuestión de personalidades, quizás algunos quieren fortalecer su posición dentro de su país. No veo un gran movimiento centroamericano dentro de la sociedad civil, que empujaría a los políticos para perseguir eso. En los años 50, en Europa, teníamos grandes movimientos civiles. Aquí, por el momento, no veo este factor, pero en el mundo globalizado sería importante que los Estados se organicen mejor, especialmente aquí en el istmo, para tener una voz más fuerte. Hay problemas graves globales. Nos gustaría tener una Centroamérica unida y fuerte, con un alto nivel de vida, de prosperidad. Por eso tomamos muy en serio nuestro trabajo aquí. Son visiones que trascienden estos problemas diarios, no es un pequeño pleito. No son fantasías, son problemas reales, ya, pueden empeorarse cada año si no tenemos una estrategia común fiable y eficaz para enfrentar estos retos.
Perfil
Heinrich Haupt
Embajador de Alemania en El Salvador desde julio de 2012. Anteriormente fue representante permanente adjunto de Alemania ante el Consejo de Europa en Estraburgo, Francia; director de Control de Armamento Convencional y Desarme del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania. También fue encargado de Asuntos Políticos y Antiterrorismo, en la representación de Alemania ante las Naciones Unidas, en Nueva York, Estados Unidos. Estudió educación básica y bachillerato en Alemania y Estados Unidos. Sus estudios de Derecho los realizó en las universidades de Mangucia, Alemania, y Ginebra, Suiza.Academia Diplomática en Bonn, Alemania.